Taco Bambú. Magia por doquier.

Taco Bambú.
Magia por doquier.

Por: Leonardo Ramirez y Jairo Montañez
Tras una extraña espera que alargó
inexplicablemente, por fin se pudo entrar al recinto donde se presentaría Taco
Bambú junto con la banda colombiana que abriría el escenario para comenzar con
la noche. Personalmente, veo el trabajo de los teloneros algo arduo porque
intentan ganarse a un público que va con un exacto interés que es la banda
estelar.
Entonces llegó el turno de ellos, la
banda de apertura, desde Colombia llegaba Sanalejo con una actitud ganadora.
Fiesteros y divertidos se apoderaron del escenario haciendo vibrar a cada
persona ahí. Se escucharon genial. Algo sorprendente es que se pudieron a ganar
a la gente que asistió al lugar con gran naturalidad. Los tenían completamente
encantados con su trabajo. Ciertamente, no es para menos, en verdad que
hicieron un gran trabajo musicalmente hablando y encantaron al público.
Brillaron, sin lugar a dudas. Tuvieron de todo, desde un vocalista galán que
hacía gala de su personalidad hasta una batalla entre sus dos saxofonistas, lo
cual se escucho deleitable.

 Bueno, el inicio había ido todo un éxito.
La gente se notaba contenta y con mucha pila para continuar la fiesta. La
condición del momento era la de un montón de ánimos encendidos. Entonces, al
poco tiempo, salieron los integrantes de Taco Bambú. Sencillos, muy “banda“,
por decirlo de algún modo y llenos de algo que no supe describir en el momento
mientras pensaba en las palabras que escribiría para este artículo. Así que,
digamos, que hubo magia en ese momento.
Desde el instante en que se dieron las
primeras palabras con las cuales se abrió el espectáculo entregado con gran
energía por Taco Bambú, no hubo un sólo momento de calma para los pies. Todos
brincaban, todos se movían, todos bailaban. Y es que desde el inicio la pista
ya estaba llena de chispas que hacían a todo cuerpo moverse con el preciado
ritmo de las geniales canciones de la banda. Todos estábamos contagiados por la
dulzura del momento, por el talento de la banda, por su presencia conmovedora.
Todo se volvió tan positivo y lleno de
alegría. Simplemente uno no podía evitar el movimiento que le nacía y le ardía
con cada canción interpretada. Y, tal vez para sorpresa de la misma banda, la
gente coreaba sus canciones con gran emoción. Como liberándose de sí mismos en
cada palabra y siendo todos parte del mismo entorno ¡Vaya especie de comunión
que en nosotros habitó en ese instante! Toda la diversión invadía a los
espectadores. Incluso fueron invitados el vocalista

Se olvidó todo el tiempo de espera
anterior y Taco Bambú fue un entero éxito ante todos los asistentes del lugar.
Todos lucían divertidos y complacidos y, de manera importante, mágicos y llenos
de vida. Me aventuro a decir que es una banda parte de la escena local de
Guadalajara que tiene mucho por ofrecer y se le debe de poner atención a sus
futuras producciones y conciertos pues aún pueden dar mucho más de lo que
actualmente son capaces.

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