La gran fiesta

Fiesta de la música.

Ha pasado el tiempo y los festivales se han modificado.

¿Qué esta pasando en la ciudad de Guadalajara con los festivales? vivimos en la época donde todo tiene un precio y lamentablemente si queremos ir a ver a nuestros artistas favoritos hay que pagar bastante dinero. Sin embargo la «Fiesta de la Música» fue un concepto diferente y gratuito.
Este pasado fin de semana se llevo acabo la fiesta de la música, en el parque agua azul, con cientos de bandas independientes y talleres una fiesta para todas las edades, iniciando desde las 11:00 de la mañana.
nosotros estuvimos presentes en el escenario de la concha acústica, rodeada de naturaleza y de buenas vibras.
En punto de las 5:00pm dió inicio y con ello los Siriguayos, banda del norte de la ciudad de México, donde la mezcla del rock, el acordeón de Campa (vocalista y acordeonista de El gran silencio) y la cumbia logro esa gran empatía con el público, a pesar del calor sofocante el público bailaba al son y ritmos de la cumbia y la protesta.
En seguida subió Cabra Vudú ¡Vaya la fiesta que se veía venir!, el solo poco a poco se ocultaba y el público seguía eufórico, las piernas se movían solas, el Siam era enorme y poco a poco se le unía más gente, un enorme panal de gente dando vueltas en el circulo de la muerte, las vibras seguían altivas y la energía se multiplicaba, parecían uno mismo hasta que; pidieron que se separaran para lograr un encontronazo ¡fue sorprendente como la fiesta seguía después de ese gran choque humano!.
Ha decir verdad me recordaba los grandes conciertos gratuitos en las explanadas del centro de la ciudad y en el cultural.
Al sol lo tapaba una nube inmensa y seguía la banda más malévola del funk «Hop hop diablo funk», cono serlo con la sensualidad de Judi y Rita y lo atractivo de los caballeros; fans salidos del inframundo, todos coreando bailando y gritando.
La energía de los chicos es sorprendente, verlos bailar y cantar sin perder ese gran ritmo, la conexión que había tanto de ellos para el público y viceversa, dejando a los asistentes calientitos para lo que seguía.
Pues bien, el sol ya estaba por ocultarse y ahora si era como en los viejos tiempos, a continuación «No tiene la vaca»; ¡Wooo! la gente enardecida por ver a unos de los tesoros del ska tapatío.
A penas sonaban los primeros acordes y ya era una gran ola humana el circulo de la muerte había crecido y los gritos eran más continuos, en verdad era como en los viejos tiempos, un paseo con la vaca llena de recuerdos, tratan para todos los sentimientos habidos y por haber, canciones de amor, amistad y las vibras de la pasión.
Coros y manos al aire,  también hubo sorpresas para el público al ver sobre el escenario a Gustavo de «Los Blujays», una anochecer espectacular. 
A su termino, siguió unas de las propuestas que la ciudad de México The Guadaloops llena de lírica, hip hop y Beats grandiosos.
Banda conformada por Sammy Mendoza, Fermín Gónzalez, Franco (Tino el pingüino), Ferdinand Gonzalez y Bernardo el cual no pudo asistir esta vez.
Ahora si como dicen ellos «Chingo de fans», les juro que magnifico, ver celulares y manos al aire cantando cada canción, la agrupación demostraba la gran pasión que le tiene a la música y el respeto que le tienen a sus seguidores y ver la respuesta de los fans hacia ellos. 
Una velada donde ahora si solo nos cobijaba la noche, la luna, el aire fresco que la naturaleza ofrecía, las notas musicales en conjunto de las letras, simplemente para su disfrute.
Al termino de su presentación, tuvieron convivencia con sus fans, los cuales escucharon uno por uno, dando autógrafos y fotografías, no se fueron hasta terminar de agradecer su gran apoyo; gran manera de demostrar lo grandioso que son como humanos.
Parecía que todo estaba por terminar, pero en verdad la fiesta seguía y para el gran cierre de la fiesta Tropical forever, la cual con la primer canción te ponían a mover caderas, pies y manos. 
Agrupación llena de covers, con grandes modificaciones, rock hecho cumbia, ritmos conocidos pero con un poco de chispa.
Mucho salieron con una sonrisa y pidiendo una segunda edición.

  

  

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