LOS PETITFELLAS
Nancy Hernández y Enrique Beltor
Las puertas estaban abiertas desde las 7 pm, pero seguramente debido a la lluvia que caía en la capital el pasado sábado 19 de agosto, éramos pocos los que llegamos temprano. A las 8 pm inició el meet and greet, y mientras los fans convivían con los integrantes de Los PetitFellas, poco a poco se llenaba el C3 Rooftop hasta quedar completamente abarrotado.
Fue hasta las 8:40 de la noche cuando el show dio comienzo con el Manual Para Conducir De Noche.
Nicolás, líder y vocalista de la banda, nos hizo una petición a los presentes: entregarse, elevar la energía a tope y hacer de ésta una noche memorable.
Así pudimos decir que «andamos puestos pa’ La Causa«. La segunda en el set que arrancaba con gran potencia. ¡Vida y libertad!
Gran virtuosidad y pasión la de los colombianos, un público cooperativo y eufórico, lograron la atmósfera buscada y una inigualable sinergia. Estableciendo una fuerte conexión en escenario y el público.
Para la siguiente canción Nicolás hizo una dedicatoria especial, bueno, en realidad fueron dos: primero a una chica que no recuerdo su nombre que menciona viene siguiéndolos varias fechas desde que inició la gira en Colombia; y segundo para esta humilde servidora y cumpleañera que alzó su letrero, uniendo a todos a la celebración.
«Estamos celebrando cumpleaños, el poder haber llegado hasta acá y al día de hoy, o celebra por la razón que quieras» …
Cantamos todos Sálvate Tú. «¡El vaso de cerveza medio lleno ELEVALO! Salud y llénalo, y lo que no sirve quémalo».
Continuaron con 777.
Buenas noches, Guadalajara, ¿O debería decir Buenos días?»
Al hilo ejecutaron Rock and Love.
Siguió Solo Hay Una Forma de Saberlo.
Los Verbos es otro clásico.
Nicolás pidió prestados unos lentes oscuros y se hizo a un lado del escenario, para dejar en protagonista al saxofonista Daniel Pedroza, con su gran solo.
Hubo espacios así, de jam, tanto para sax, como para Andrés Gómez en los teclados, para la voz y guitarra e Sebastián Panesso interpretando en versión acústica El Cielo.
¿Qué nos pasó? fue la siguiente. Después No Se Va.
Nicolás hizo un curioso ejercicio, pidiendo levantar la mano si te identificabas con las frases lanzadas. Arrancó así una Simpática Fiesta, “con tarimas doradas donde LosPetitFellas dan funk”. Inclusive Nicolás se metió entre el público para saltar juntos al ritmo de la música.
¡Y todo el mundo dice FELLAS¡
La canción fue unida a RIDF, tornando el momento en mucho baile. ¡Alegría, alegría! ¡Rebelde mambo todo el día! La vibra era así y de satisfacción.
Antes de Morir tuvo de escenografía las luces de los celulares del público bailando de derecha a izquierda.
“Gracias PetitFellas” se escuchó fuerte por parte de una fan, a lo que Nicolás agradeció devuelta y aprovechando la oportunidad mencionó a TODOS: músicos, organizadores, staff, equipo, venue, asistentes… Todos los que hacen posible vivir experiencias sensoriales que unen almas al ritmo de música hecha con intención y corazón.
Las emociones para este punto estaban mezcladas y a su máxima expresión. El silencio y la atención prestada hizo que Nicolás sembrara la gran expectativa al “disculparse” por la ausencia que se notará a partir de este, su cierre del SAOCO TOUR, pues nos espolearon: llegaron para quedarse. SE MUDAN A MÉXICO.
¡Qué gran noticia! De todos es bien sabido que nuestro país es trampolín para los exponentes musicales.
Seguramente se viene algo grande, a partir de ahora estarán creando y en preparación. O al menos eso esperamos. Las lágrimas corrían imparables por todos en el lugar.
“Así que para acá venimos y con ustedes contamos” dijo. Como si fuese así planeado la siguiente canción fue Suspense. “Toda historia termina con final abierto”, bien dice el coro.
Se resumen así 2 horas de un show que lo tuvo todo. Bienvenidos a casa.
