Nostalgia y emoción
Reseña: Erick Ortega, Foto: Mitzy Muro
El pasado 20 y 21 de mayo se llevó a cabo uno de los festivales con más carga emocional y nostálgica tanto para los asistentes, así como para la gente detrás de este magno evento, obviamente nos estamos refiriendo al Corona Capital en Guadalajara.
La historia se remonta al 16 de octubre del 2010 en la ciudad de México, nacía un festival con una propuesta totalmente diferente, una diversidad de artistas nacionales e internacionales, una apuesta con variedad de géneros, esta fue la formula adecuada para poder concretar uno de los mejores festivales, El Corona Capital.
A partir de esa fecha se fue realizando año con año como si de una tradición se tratase, no fue hasta el 2018 que lanzaron una propuesta para el publico tapatío, su propia edición del Corona Capital, lo cual sería bien recibida y con éxito tremendo que al igual que su contraparte de CDMX, se realiza anualmente sin falla alguna.
En este punto de trascendencia y de 2 cedes es que se decide rendir un tributo a lo que alguna vez pudimos presenciar en el 2010, una edición llena de nostalgia para aquellos que fuimos a esta primera entrega del festival, traer a la perla tapatía esa misma esencia logrando replicar algunos artistas como lo son Foals, Regina Spektor, Pixies e Interpol.
Corona Capital Guadalajara estuvo lleno de mucha nostalgia y añoranza, una combinación de artistas perfectamente seleccionada para generar esta sensación de repetir experiencias pero a su vez sumarle nuevas vivencias, una diversidad de géneros que iban desde el Punk Con Idl es y Pussy Riot, la música electrónico a cargo de M83, Lewis OfMan y Róisín Murphy, el ritmo Indie con Bastille, Interpol y Bloc Party, la melancolía con Regina Spektor, Hermanos Gutiérrez y Melody´s Echo Chamber hasta el Rock clásico de Sugar Ray y Pixies.
Un festival hecho para chicos y grandes, diversidad de edades, personas, ideologías, pero todas convergiendo en la pasión por la música y el anhelo de poder ver a sus artistas preferidos.
Una buena distribución de horarios, un ambiente bastante alegre y con mucha energía, una gran cantidad de actividades para realizar dentro del evento, muchas opciones de alimentos y bebidas, un clima agradable y adecuado para un evento del estilo y una entrega y dedicación por parte del publico asistente fue lo que se pudo vivir en esta reciente edición.
Para algunos quizá fue su primer encuentro con un festival de tal magnitud, para otros fue sumarle una asistencia más a un evento del estilo, pero para otros fue una regresión, fue volver a esa época del 2010 en la que fuimos participes de esa primera edición, se sintió como un salto temporal, como si se tratase de nuestra propia versión de Volver al Futuro, un Deja Vu muy reconfortante y sobre todo un gran golpe acogedor a la remembranza.
Estamos muy ansiosos por saber como será la siguiente edición de este increíble evento, ¿Apostaran nuevamente por la nostalgia? ¿Veremos una variedad más amplia de géneros?, la verdad no sabemos que esperar, solo tenemos por seguro que su siguiente edición será algo sorprendente ya que muy difícilmente podremos olvidar lo experimentado este pasado 20 y 21 de mayo en la Arena VFG.