Choques de moral

 “Todas sabemos en qué andan nuestros maridos, pero nos hacemos las tontas. Nos hacemos, porque no lo somos”, dice muy horonda Aurora en una reunión con “La Pelonas”, un grupo de amigas que se reúnen en el café para destrozarse mutuamente, sobre todo cuando una falta a la sesión.

Hablan de todo: sus enfermedades, sus viajes, sus hijos… sus esposos. Sin querer, se desliza el tema de la infidelidad. En la ecuación aparece José Luis, el marido de Aurora, pero si es infiel es lo de menos, sobre todo ante las corruptelas o negocios oscuros de los esposos de sus socias. La pintada de cuernos es lo menos.

Judith entra también en el enredo. Y es que Carlos, un tipo impulsivo, a toda costa identifica a quien golpeó su carro en un motel. El asunto sale de las paredes de un establecimiento que justamente está hecho para contener lo que sucede dentro. “Lo que pasa en motel, se queda en el motel”, dirán los asiduos visitantes. Si se escapa de allí entonces mostrará lo que no queremos ver, o se dirá aquello que no se quiere escuchar.

En Choques, una obra de Ángel Norzagaray, y bajo la dirección de Gerko, se puede ver y escuchar a estos personajes que entre sus peripecias nos harán reír, pero también pensar en temas como la deshonestidad, la infidelidad, la corrupción y el engaño.

Esta pieza que produce Perspectiva Escénica está en cartelera los fines de semana de junio en el Teatro Vivian Blumenthal con funciones los viernes y sábados a las 20:00 horas y domingos a las 18:00 horas.