Por: Juan Heredia.
Cada vez son más las agrupaciones siniestras que visitan Guadalajara, aunque esto ya no es
novedad, a lo largo de varios lustros han sido un sinfín de agrupaciones las que han pisado
de manera intermitente sus escenarios; mencionemos algunas: Bauhaus, Christian Death,
London After Midnight, Clan of Xymox, Ötzi, Anasazi, The Deadfly Ensemble, She Past
Away y un afortunado largo etcétera. Y hablando de fortunas, el pasado viernes veintitrés
de marzo la gente de Anexo Independencia tuvo el acierto de presentar en su escenario a la
agrupación angelina Drab Majesty, conformada por Deb DeMure alter ego de Andrew
Clinco, (voz/guitarra) y Mona D (sintetizador/segunda voz), duo de Tragic Wave, como
ellos optaron por definir su música.
Este tipo de eventos en Guadalajara siempre son una apuesta misteriosa, pues no se sabe
cuántas personas asistirán realmente, es por ello que fue satisfactorio ver el recinto con una
asistencia bastante generosa y entregada a la noche. Las agrupaciones invitadas para
compartir escenario para dicha fecha fueron Ranndolph y Aves a Veces. Cerca de la media
noche Drab Majesty subió al escenario ataviados con pelucas y chamarras de cuero blanco,
maquillaje pálido, gafas oscuras de gran tamaño que ocultan bastante sus rasgos pero dan
ese toque de uniformidad que los caracteriza como banda; los primeros acordes para
nuestra sorpresa fue uno de sus más conocidos temas, ‘Dot in the sky’, mismo que se
esperaría fuera de los momentos cumbre de la noche, así que después de eso sólo quedaba
entregarse a lo que viniera. Por poco más de una hora la música de sus dos placas
discográficas, Carless de 2015 y The Demonstration de 2016 llenó las paredes del foro y
las almas de los asistentes, entre los temas más coreados podemos mencionar: Cold Souls y
Too Soon To Tell. El concierto recorrió varias vertientes sonoras pues la música de este
dúo californiano igual recorre ritmos con una electrónica bailable que momentos etéreos
que las maravillosas guitarras atmosféricas de Deb adornan impecablemente. Sin duda una
noche que se queda en la memoria de la escena oscura tapatía.
