Peter Murphy
su poder oscuro y delirante
Nota: Leonardo Ramirez
foto: Julio Razo
¿Qué se puede decir que ha hablado con su carrera y sus acciones durante décadas? ¿Qué más se le puede agregar a alguien que tiene una maestría magnífica al hacer lo que mejor sabe hacer? Peter Murphy es de esos artistas que solamente pueden dar resultados increíbles, no sabe otro estatus de calidad.
El concierto fue genial, de manera resumida. Y es que la energía de Murphy simplemente parece no envejecer, no opacarse, más bien es siempre brillante. Es siempre contundente. Es tan poderoso que todos parecemos dominados por su presencia, su poder oscuro y delirante.
Primero que nada, la atmósfera fue iniciada con la banda Birdhaus. Una banda que fue bien recibida y prolongadamente aplaudida durante su presentación de apertura. No es para menos, una banda digna de escucharse en vivo. De hecho, es una banda de la escena regional de Guadalajara.
Y los ánimos ya estaban establecidos. Birdhaus había propiciado la atmósfera adecuada para lo que iba a seguir, el vampiro reconocido por la escena gótica, que permeó profundamente en el bagaje musical de generaciones y generaciones de jóvenes que se reunieron ya con algunas arrugas en los rostros para deleitarse con un setlist que prometía canciones clásicas de Bauhaus.
Y entonces, empezó el ritual de bienvenida para Murphy y compañía. Las voces aclamaban el inicio de la presentación y la oscuridad se llenaba de vida por ello. Entonces, comenzaron con Double Dare. Y todos nos maravillamos. Suspiramos, gritamos, nos emocionamos.
La primera parte fue un recorrido a ese magnífico primer disco de Bauhaus, In the Flat Field. Después, fuimos seducidos con los clásicos de Bauhaus: She`s in parties, Bella Lugosi’s Dead, Adrenalin, Kick in the eye, The Passion of Lovers, etc. Más de veinte canciones que todos en ese momento y en ese lugar, conocíamos bien.
Cada canción encendía más el clamor. Y el sonido de la banda todo el tiempo era fuerte. La voz de Murphy, así como sus movimientos en escenario, sometían nuestro furor colectivo que se formó para enloquecernos muy a pesar de las limitaciones que el Teatro Diana sugiere. Los de hasta adelante necesitaban más espacio para dejarse llevar por las canciones. Y todos los demás buscábamos el acercamiento a nuestro querido vampiro.
Y entonces, dieron fin al concierto con el cover a David Bowie, Ziggy Stardust. Y no hubo quejas, todos se sorprendieron y no hubo corazón sin corear la canción o sin moverse a su ritmo. Todo fue maravilloso en el Teatro Diana. Peter Murphy parece conocernos bien y saber lo que nos gusta y así, al dárnoslo, se alimenta de nuestra emoción.
Un concierto único y genial. Una manera formidable de iniciar el año en cuanto a conciertos se refiere. En un recinto magnífico. Una noche imperdible que no tendrá igual.