Morcheeba
En el C3 a tres cuartas partes de su capacidad llega Morcheeba, pasadas las diez de la noche llegan a recibir a su público tan ecléctico como ellos, su sonido y desde luego su setlist. La música es un tema de apreciación, subjetivo y distinto para todos los puntos de vista, una pieza que tal vez no atrape la atención de alguien puede que toque las fibras más sensibles de la percepción de quien se encuentra a un lado. Este juego de azar es lo que distingue a bandas cuyo contenido es en ocasiones percibido como relajado, despreocupado y muchas veces hasta terapéutico, totalmente el caso de Morcheeba, que con la voz de Skye Edwards nos hizo fluir en la atmósfera electrónica y la mezcla entre trip hop, rock y folk.
Con un setlist muy variado los ingleses hicieron un recorrido por su trayectoria musical, pues desde mediados de los 90’s se han mantenido activos y temas tan conocidos como Blood like lemonade, Never an easy way que fue de sus primeros lanzamientos, hasta temas como Never undo de su último disco Blaze away, fueron interpretados con tanta energía que instintivamente comenzamos a bailar, movimientos lentos, articulados y armoniosos dominaron la noche y el lugar, cabe mencionar que no podía faltar una remembranza y esta vez fue turno de David Bowie de quien seleccionaron el cover, Let’s dance.
Por aproximadamente hora y media con un setlist minuciosamente seleccionado vimos un grupo fresco, tranquilo y confiado en el escenario, seguros de sí mismos y sus respectivos papeles y aunque su reciente álbum, Blaze Away, puede connotar una sensación de frío, este concierto incendió la casa. Buena vibra para Morcheeba, contando siempre con que vuelvan pronto.
