Haggard
Una gira sin spoiler
fotos: Lesli Moran reseña Leonardo Ramirez
Cuando una banda festeja una importante cantidad de años en su haber, suele hacer un recorrido de lo que han sido sus sencillos, las canciones que más gustan a sus seguidores y tirar la casa por la ventana al momento de hacer una gira y ya hemos presenciado a muchas bandas hacerlo durante los últimos años y, claro, Haggard, una banda tan increíble no podía quedarse atrás y mostrar el por qué siguen donde siguen, tan alto en la consideración de los conocedores del género.
La noche dominical del 19 de enero del presente año, era calmada y ya no había el ambiente frío que había predominado en semanas anteriores. La fila para ingresar al C3, recinto de grandes conciertos, llegaba de las puertas del mismo a Chapultepec y llegó a Pedro Moreno sin problemas. Era de esperarse, una banda de tal calibre no merecía menor respuesta ante tan importante evento, no sólo era la banda de gira, sino que están celebrando treinta décadas de maravillosa historia.
Ya pasaban de las 20:00 hrs e inicio el ingreso al lugar. Era previsible que el C3 iba a estar a reventar y que íbamos a cocinarnos ante el calor de los cuerpos humanos y el de toda la energía que emanarían tanto desde el escenario como de los espectadores, que ya en la fila hablaban sobre las canciones que esperaban escuchar esa noche, así como sus expectativas sobre el concierto. Así que, también esperábamos que los asistentes emanaran un cálido recibimiento a la banda alemana, llena de cariño y admiración.
Cuando por fin entramos, el lugar parecía pequeño debido a la gran cantidad de gente que había asistido. Todos totalmente emocionados, buscando acomodarse en la ubicación que les brindara la mejor vista posible hacia el escenario, éste también se llenó de los integrantes de la banda que salieron de gira. Así que ahí arriba y abajo, todo espacio estaba ocupado. Aunque tardaron un poco en salir, logrando que sus seguidores se pusieran aún más inquietos.
Pero cuando la banda salió y sonó la primera canción, parecía que los alemanes habían agregado combustible a la vibrante y prendida animosidad del público. El sonido de cuerdas y batería se unió al de las exclamaciones de todos dentro del recinto. Gritos de euforia comenzaban a fusionarse con la voz gutural de Asis Nassari, así como de los violines, chelo y cada uno de los integrantes que hacen del sonido de Haggard, algo sobresaliente y único.
En todo momento hablando en inglés para así comunicarse con sus fanáticos mexicanos, Nassari brindaba algunos discursos entre canciones, también respondía ante las ovaciones y gritos del público con algún riff que buscara acoplarse al ritmo de tales expresiones de excitación. Y las canciones que trajeron para celebrar su treinta aniversario dejaron a los asistentes satisfecho, definitivamente pensaron en su público y en cómo la pasarían maravillosamente todos.
Vaya forma de celebrar, una banda que demuestra con su sola presencia en escenarios que son dignos de ser seguidos por tanto tiempo y que, con un concierto de dos horas, mostraron que saben que esos años de carrera se los deben a sus seguidores y fanáticos. Sin duda, de los mejores conciertos de este primer mes del año. Cada canción sólo lograba que la gente hiciera ebullición de emociones y aclamaran a la banda con más y más fuerza. Pasaba el tiempo y la gente no perdía para nada la euforia de poder presenciar el concierto de Haggard.
Al cerrar el concierto, con sincero agradecimiento y totalmente contagiados por la emoción de sus seguidores, Nassari y compañía dieron gracias, se despidieron y nosotros esperamos en nuestros corazones que no tarden mucho en volver a tierras tapatías. Y aunque no sea su aniversario, no dudamos que habrá una exaltación igualmente grande. Esperamos no se hayan perdido de tan increíble evento y hayan podido disfrutar de él.